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Clasificación de las voces, frecuencia fundamental y feminización de la voz

“Si pudiera crear una aplicación móvil sin colores estereotipados y sin cifras, me resultaría igualmente útil…”

 

Clasificación de las voces

Hace 17 años, encontré, en un pequeño párrafo de un viejo libro que trataba de la evaluación vocal, una clasificación herciana (en Hercios = Hz = medida de la frecuencia de la voz). Este clasificaba las voces en voz de mujer, voz de hombre, voz paciente transexual. Esta clasificación iba a cambiar mi vida. Es más, es a partir de ese momento que decidí lanzarme en la feminización de la voz.

Esta simple clasificación me llevó a cuestionarme dos cosas. Primeramente, mis capacidades para modificar una voz a un nivel tan profundo como lo es la identidad. Y en segundo lugar, la veracidad de esta clasificación tan cerrada y general.

En ningún momento este cuadro explicaba si la información recopilada había tomado en cuenta los estados de ánimo de los participantes. Siempre me he cuestionado sí efectivamente el impacto de las emociones sobre la voz había sido tomado en cuenta en esta clasificación.

 

Está claro que las emociones afectan al color de nuestra voz y de nuestra manera de expresarnos. Y por supuesto, afectan al agravamiento o a la agudización de la voz.

 

Teniendo en cuenta de que la voz cambia a lo largo de toda nuestra vida en función de nuestra edad (por ejemplo, las hormonas afectan la voz sobre todo en periodos de menstruación o de menopausia), es importante entender que está clasificación es absurda porque no menciona si se han tomado en cuenta este tipo de elementos.

Considero a día de hoy que esta clasificación herciana de las voces está totalmente inadaptada y es obsoleta. Y, no es que no debería ser revisada ya que me parece absurdo mantenerla teniendo en cuenta la evolución actual de la sociedad en términos de identidad. Sino que debería quedar olvidada. O, en todo caso, dejar de ser utilizada. Ya que es una de las mayores fuentes de frustración para las personas que transicionan.

 

Frecuencia fundamental

En esta clasificación, las voces se clasifican en función de las frecuencias utilizadas generalmente por los hombres y por las mujeres en el discurso hablado (mujer-vagina y hombre-pene):

Debemos tener en cuenta dos conceptos importantes:

  • Por un lado, el concepto de frecuencia fundamental. El cual hace referencia a la nota media sobre la que hablamos.
  • Por otro lado, el concepto de extensión vocal. El mismo que representa todas las notas que utilizamos cuando hablamos.

En efecto, en el entrenamiento de feminización de la voz, doy una gran importancia a la extensión vocal y ninguna a la frecuencia fundamental. Efectivamente, la frecuencia fundamental es un concepto que ha causado mucho daño a lo largo de las últimas décadas. Sobre todo a las mujeres transgénero, ya que se trata de una medida tan frustrante como absurda y reduccionista. No podemos medir la feminidad de una voz o de un discurso basándonos únicamente en una frecuencia media. Muchos otros elementos convergen en la percepción de la feminidad a nivel acústico como para reducirla de una manera tan cruel a una simple frecuencia.

 

No mencionaré cifras en este artículo ya que para aquellos que no me conocen, estoy totalmente en contra de la medida de la voz, de la feminidad, de la identidad y de cualquier otra clasificación que se esfuerce por reducir la humanidad a simples cifras.

 

Para mí, la voz es un elemento que se debe percibir, sentir, etc. Es un elemento que debe emocionarnos, transmitirnos una intención, un mensaje. Pienso igualmente que no todos somos iguales (menos mal) y proponer clasificaciones de este tipo solo reduce nuestra espontaneidad, nuestra identidad, nuestra personalidad. Somos seres únicos, nunca tendremos clones y nunca existirán dos “yo”.

Es exactamente por esta razón que estoy en contra de esta clasificación de las voces según el género. Porque, por una parte, estoy en contra del género ya que para mí actúa como una respuesta de defensa excesivamente binaria e innecesaria a la presión social. Y, en segundo lugar, porque restringe y dirige la expresión de sí.

 

La abolición de la clasificación binaria de las voces

Pienso que hay que abandonar está clasificación con el fin de permitir a todo ser identitario expresarse cómo es, tal y cómo percibe el mundo, de manera a que pueda innovar en su espontaneidad. Todo ello con el fin de que pueda inventar e imaginar nuevas reglas, nuevas fronteras. Con el fin de sobrepasarlas y construir un nuevo terreno vocal del que será el único dueño.

 

Solo así veremos al fin una verdadera evolución a nivel vocal en el ser humano que le permitirá probablemente expresarse mejor. O en todo caso, hacerlo de una manera mucho más libre.

 

La voz no es solo una expresión sonora que nos permite informar y afirmar quiénes somos. Sino que representa un universo entero en el que el ser humano está en el centro rodeado de todos sus estados de ánimo, de sus experiencias, de sus vivencias. Que le permiten transmitir informaciones en cuanto a sus sentimientos y a su percepción del mundo. Abolir esta clasificación permitiría al ser humano sobrepasar las fronteras de su propio universo y porque no, trascender a nivel vocal, expresivo e identitario.

 

¿Cómo feminizar una voz sin referencia frecuencial?

Es cierto que durante mis sesiones utilizo mucho una aplicación llamada VOICE TOOLS. La cual me permite ayudar a mis pacientes a visualizar sus voces con el fin de modificarlas a través de esta representación visual y, por supuesto, frecuencial de la producción sonora. Sin embargo, la idea no es desplazar una frecuencia fundamental de una zona rosa a una zona azul, sino de ayudar a la paciente a representarse su gesto vocal mentalmente y de manera gráfica.

 

Utilizo marcadores gráficos presentes en la aplicación, cifrados por supuesto, puesto que son los únicos marcadores presentes. Si pudiera crear una aplicación móvil sin colores estereotipados y sin cifras, me resultaría igualmente útil.

 

Es extremadamente favorable al entrenamiento de feminización de la voz utilizar este tipo de herramientas. Porque efectivamente a menudo esta representación gráfica de la voz ayuda a mis pacientes a auto-modificar su gesto vocal y a corregir ciertos aspectos. Así, esta aplicación les permite sobre todo desarrollar su extensión vocal y entender el concepto de grave y agudo. No binarizamos nunca estos conceptos sino que partimos de la percepción del sonido, de la vibración, del impacto del movimiento laríngeo sobre el sonido. Para mí, es indispensable que la paciente entienda y perciba el gesto vocal a nivel muscular, acústico y vibratorio con el fin de que pueda un día ser dueña y actuar directamente sobre su propia voz y su producción vocal.

Por ello, es totalmente posible feminizar una voz sin marcadores cifrados a nivel frecuencial y, por supuesto, sin una clasificación binaria de las voces. El entrenamiento de feminización de la voz visto desde este ángulo es mucho más rico y mucho menos frustrante para la paciente.

Mariela Astudillo Logopeda especializada en feminización de la voz

ARTÍCULO ESCRITO POR

MARIELA ASTUDILLO

Logopeda y vocóloga especializada en voz identitaria y emocional (feminización de la voz)

Autora de la Logopedia / Vocología Emocional y del Método Astudillo

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