Me llegan cada vez más preguntas relacionadas con el cambio vocal y la transición, descrita ésta como el periodo de tiempo durante el cual una mujer realiza cambios en su vida tanto a nivel físico, como emocional y vestimentario, para vivir en total armonía con su yo interior. 

A muchas de las mujeres que transicionan les preocupa la voz, ya que suele ser un gran enemigo que las traiciona en sus interacciones sociales. Por ello, es importante entender qué no hay momento mejor para feminizar tu voz; el cambio vocal debe hacerse a tu ritmo, cuando lo decidas, sin precipitaciones ni estrés.

 

Feminiza tu voz a cualquier edad

Trabajo con mujeres de todas las edades :

– niñas menores de edad que están en plena muda o que acaban de terminarla
– adolescentes y chicas jóvenes de entre 20 y 30 años 
– mujeres adultas y mayores

La transición es un momento muy delicado en la vida de una mujer, la cual aún, desafortunadamente, por reglas sociales, debe adaptar su vestimenta y en la mayoría de los casos, también su cuerpo, a unas reglas estéticas determinadas por un pensamiento social binario. Pasa igual con la voz.

A pesar de que yo esté a favor de la liberación total del ser humano independientemente de cual sea su identidad, aún vivimos en una sociedad exigente que nos impone cánones a seguir para ser aceptados y aceptadas. Por ello, muchas mujeres sienten la necesidad de feminizar su voz para, no sólo ser aceptadas por el entorno, sino para ellas mismas sentirse totalmente femeninas según sus propias exigencias y visión de la feminidad. Es cierto que la voz no sólo es el reflejo de una nota aguda o grave, sino que es el reflejo de una identidad, de una personalidad, de una emocionalidad y de una sensibilidad que nos es propia a cada uno de nosotros y que nos representa y define.

De la misma manera que la voz nos puede traicionar, también puede ser una aliada increíble a la hora de adentrarnos en el mundo de la comunicación humana, de la transmisión de emociones, de la afirmación de sí. Por ello, la preocupación por ¿cuál es el mejor momento para feminizar mi voz en relación a mi transición? suele ser recurrente en mi día a día profesional.

 

Dime cuándo quieres empezar y te diré cómo avanzar

Cuando trabajo con mis pacientes, siempre me adapto en lo posible a su demanda, a sus exigencias, y a sus esperanzas. Por ello, propongo varias formas de trabajar la voz, en cuanto a la transición se refiere: 

– ANTES DE LA TRANSICIÓN

– DURANTE LA TRANSICIÓN

– DESPUÉS DE LA TRANSICIÓN

 

ANTES DE LA TRANSICIÓN

Feminiza tu voz antes de la transición para ganar en confianza a la hora de hacer el passing

Algunas mujeres, aunque no hayan empezado la transición, sienten la necesidad de feminizar sus voces antes de cualquier otra cosa. Muchas de ellas quieren trabajar la voz y controlarla antes de realizar la transición (incluso antes de empezar la hormonoterapia). La voz representa un gran obstáculo y no se atreven a transicionar sino se sienten más cómodas a nivel vocal. En estos casos, suelo trabajar en función de la petición de la paciente, y me adapto a su ritmo.  Asimismo, funcionamos de la misma manera que en el caso anterior, es decir, solemos trabajar unas 10 sesiones, y en función de si la paciente desea que la acompañe durante la transición o no, haremos una pausa durante unos meses y volveremos a retomar en cuanto la transición haya sido concluida. En algunos casos, alargamos las sesiones y acompaño a la paciente a lo largo de toda la transición.

 

DURANTE LA TRANSICIÓN 

Feminiza tu voz durante tu transición manteniendo tu voz masculina y alternando ambas voces

Muchas mujeres se ven obligadas a vivir un doble rol durante varios meses por razones profesionales, familiares, … por lo que muchas de ellas se preocupan por si van a poder feminizar su voz manteniendo aún una voz masculina. El hecho de jugar con ambas voces les permite transicionar de manera tranquila y a su ritmo. Cuando trabajamos de esta manera, habitualmente se necesitan más de 10 sesiones y el entrenamiento vocal se alarga varios meses en función de cómo avanza la transición de la paciente. 

Solemos empezar con unas 10 sesiones durante las cuales la paciente empieza a descubrir su feminidad vocal y a emplearla en determinados momentos de su vida aunque tenga un rol masculino y alterne ambas voces en función de las situaciones del día a día. En cuanto la paciente ha asimilado la nueva mecánica vocal, habitualmente pasan unos meses durante los cuales realiza su transición y al terminarla suele volver a contactarme para que rematemos el entrenamiento vocal y acabemos de automatizar el nuevo gesto vocal. El número de sesiones puede variar en función de la paciente.

 

DESPUÉS DE LA TRANSICIÓN

Feminiza tu voz aunque hayas transicionado hace varios años

Como he mencionado anteriormente, me llegan mujeres que, después de 40, 50, 60 años viviendo un rol masculino, por fin deciden expresarse al mundo tal y como son y liberan toda su feminidad. No hay edad para ser libre. Ayudo a mujeres de todas las edades a encontrar una armonía vocal y a feminizar su voz o manera de expresarte independientemente de su edad de transición. También hay chicas que acuden a mi justo después de terminado su transición, ya que empiezan a darse cuenta en ese momento de la importancia de feminizar su voz para poder interactuar de manera más armoniosa en su día día con su entorno, ya sea familiar, personal o profesional. En cualquiera de estos casos, el trabajo de feminización de la voz se realiza de manera fluida y siguiendo el ritmo de la paciente.

Habitualmente 10 sesiones son suficientes independientemente de la edad de la paciente.

 

MUDA, EDAD Y TRANSICIÓN

Feminiza tu voz durante o justo después de la muda vocal para evitar que tu laringe se adapte a un gesto vocal masculino

Mis pacientes son cada vez más jóvenes; chicas que han transicionado a una edad muy temprana, y que acuden a mí durante la muda vocal o justo después para feminizar la voz. Habitualmente aconsejo no trabajar directamente durante la muda, sino esperar a que el desarrollo de la laringe haya concluido. Sin embargo, existe un trabajo de “forma” que se puede realizar incluso antes de la muda vocal que ayudará a la paciente a prepararse para el cambio vocal y a poder controlarlo de mejor manera en cuanto se produzca. En este caso, 10 sesiones son suficientes (y a veces menos).

 

Feminiza tu voz a cualquier edad, independientemente de en qué momento de la transición te encuentres

Me llegan también muchas dudas sobre la eficacia del entrenamiento en función de la edad. Es cierto que una persona que haya tenido que vivir un rol masculino durante varios años tendrá una “costumbre vocal” más arraigada que aquella que transiciona a una edad temprana. Pero anatómicamente hablando, la feminización siempre es posible y de hecho se logra en mujeres de todas las edades. Por lo que, no importa la edad que tengas, ni en qué momento de tu transición te encuentres, siempre lograrás una voz más femenina.

La feminidad no está sujeta a reglas o cánones, la feminidad es libre.

Muchas de las mujeres con las que trabajo a diario descubren su propia feminidad a lo largo del entrenamiento vocal. Aunque vivamos aún en una sociedad binaria, que nos impone cánones de belleza, cánones estéticos, sociales, identitarios, comportamentales, hay una libertad en cada uno de nosotros y de nosotras que se rebela contra las imposiciones. 

La naturalidad, la personalidad, nuestra identidad… son nuestras armas para luchar contra los estereotipos, las obligaciones, las clasificaciones. Durante el entrenamiento vocal de feminización de la voz siempre cuido mucho esa libertad personal. Para mí, feminizar no implica imponer a mis pacientes una forma de hablar determinada, sino que me esmero y me esfuerzo en ayudarlas a encontrar su propia feminidad.  Por ello, lucho cada día por la liberación de la feminidad, de la expresividad, de la identidad de cada uno de nosotros  y de nosotras, ya que esa libertad y esa aceptación de uno mismo es la clave para evolucionar y es la base de esta revolución identitaria que nos guía poco a poco hacia una sociedad en la que clasificaciones, los géneros y las etiquetas acabarán por desaparecer.