Cuando nos enfrentamos a problemas o dificultades relacionadas con el mal uso y abuso vocal, y más específicamente en con la disfonía funcional en la voz transgénero, no solo debemos poner solución al problema vocal en sí, sino a qué lo originó o el por qué sucedió, pues solo así conseguiremos disminuir su recidiva, es decir que no vuelva a ocurrir.

 

Los problemas en la voz surgen por distintas razones, todas ellas relacionadas con su mal uso, el abuso vocal, el desconocimiento de los cuidados para mantenerla sana y enérgica o un acontecimiento de carácter traumático, vírico, hormonal o estresante, entre multitud de otras variables.

 

Aunque, las causas más comunes de aparición “ronquera persistente” o disfonía funcional en la voz transgénero se centran en la mala utilización de nuestra voz y en un uso prolongado de la misma carente de cuidados antes, durante o después de su exposición, así como el intentar entrenar o cambiar la voz transgénero sin una guía especializada.

 

¿Qué es el mal uso de la voz?

Para entender estos aspectos relacionados con el mal uso y abuso vocal hay que dividir la voz en varias de sus cualidades: el tono, la intensidad o volumen de la voz, y el ritmo o velocidad con la que la usamos.

 

Generalmente, en la voz transgénero y en la voz en general las personas con problemas suelen tener poco control sobre estas características vocales.

 

a) El uso prolongado o habitual de un tono de la voz alejado del óptimo sin entrenamiento vocal, sea más agudo o grave, sea para ejercitarla, feminizarla o masculinizarla, suele provocar un notable desequilibrio en la voz transgénero. Esto ocurre cuando hablamos en un tono que no es el adecuado o es fingido. Todas las personas tienen un tono medio, habitual y cómodo que hace que nuestra voz sea producida sin esfuerzo o coste para nuestra musculatura laríngea. Esto es algo habitual tanto en personas cisgénero como transgénero, así como cualquier perfil o demanda vocal.

b) La intensidad de la voz es comúnmente denominado volumen de la voz y su mal uso está relacionado con el aumento de la misma mientras hablamos. Personas que hablan “chillando” o con un volumen alto, que gritan con frecuencia y sin técnica, con pérdida auditiva son candidatos a sufrir problemas en la voz.

c) El ritmo de la voz suele estar relacionado con la velocidad con la que producimos voz y habla. Hablar rápido, crea una mala articulación, tensión muscular y afecta a la inteligibilidad del mensaje y a la calidad de la voz.

 

¿Qué perfil vocal es común?

Una voz con un tono inapropiado, usada con un volumen alto y a gran velocidad del habla es una desafortunada combinación muy repetida en las personas que desemboca en problemas en la voz que, si no son corregidos a tiempo desembocarán en una patología vocal de mayor o menor gravedad según el tiempo de exposición, en este caso en relacionadas con el mal uso y abuso vocal en la voz transgénero. Esto es un “círculo vicioso de la voz” habitual y carente de técnica vocal: hablar gritando o a volumen alto nos hará usar un tono de la voz elevado que generalmente posee un ritmo elevado o estresante. 

 

¿Qué es el abuso de la voz?

El abuso vocal se centra en el desconocimiento de pautas sobre cuidados e higiene de la voz, en este caso relacionadas con la voz transgénero. Aquí no hablamos de desajustes de los elementos que componen la voz, sino de cuánto tiempo la usamos, cómo la cuidamos y en qué contextos hacemos un uso correcto de ella. Hablar periodos de tiempo extensos y sin descansos, en contextos ruidosos o tóxicos, con un ataque vocal o forma de hablar brusca, una deficiente hidratación laríngea o forzando una voz que notamos fatigada y cansada, son ejemplos usuales. 

 

En resumen, las personas que hacen un mal uso y abuso vocal recurrente, carecen de técnica e higiene vocal tarde o temprano acabarán experimentando un problema vocal, algo más común en la población de lo que se imagina. Además, la voz y la emoción conviven en una indispensable unión, por lo que la afectación de una de estas áreas comprometerá a la otra y viceversa, ejemplo de ello son personas con personalidades ansiosas.

 

Voces con este perfil y una disfonía o “ronquera” que no ha desaparecido entre 15 y 21 días deben acudir a un médico otorrinolaringólogo y posteriormente asistir a sesiones logopédicas a cargo de un logopeda especializado para una evaluación, ajuste y aprendizaje de una técnica y cuidados vocales apropiados para evitar durante entrenamientos específicos  problemas o dificultades relacionadas con el mal uso y abuso vocal.

 

¿Qué es la disfonía músculo-tensional primaria o disfonía funcional en la voz transgénero y en la voz cisgénero?

El comienzo de estas dificultades previas a patologías vocales visibles en las cuerdas vocales tiene una base funcional, es decir no se observan lesiones laríngeas pero la calidad vocal está comprometida o distorsionada y no vuelve a la normalidad. Estas son las conocidas como la disfonía funcional o músculo-tensional primaria (DTM primaria).

A estos problemas iniciales en la voz de base funcional, se les denomina, como anteriormente hemos nombrado, disfonías músculo-tensionales primarias, pues no existe afectación o lesión en la estructura de las cuerdas vocales y no ha sido provocada por causas neurológicas. 

 

¿Qué síntomas son los que deben servir como un aviso?

a) Eres incapaz de hablar con una voz aguda, no puedes emitir notas agudas que hace relativamente poco si, o tienes que hacer un gran esfuerzo para mantenerlas. 

b) Tienes que hablar a un volumen alto para que tu voz salga.

c) Tu voz se cansa rápidamente.

d) Estás tenso al hablar o realizas un gran esfuerzo muscular para hablar. 

e) Sientes tu voz débil y cansada.

f) No puedes alzar la voz o hablar en un volumen audible.

g) Tu voz ha perdido flexibilidad y resistencia. 

h) Sientes dolores o molestias cuando usas la voz.

i) Tienes sensación de sequedad vocal. 

j) Sabes que cuando hablas mucho tiempo pierdes la voz.

k) Tu voz ha perdido su calidad y no vuelve a la normalidad. 

l) Llevas un periodo de tiempo notando tu voz “ronca” o te pasa con frecuencia.

m) Experimentas faringitis o laringitis habitualmente. 

n) Toses y carraspeas a menudo. 

o) Piensas que ciertos contextos o actividades de tu vida diaria perjudican tu voz.

 

 ¿Qué pasos son los apropiados seguir desde la aparición o diagnóstico de la disfonía?

• Consciencia sobre los síntomas y persistencia de los mismos más de 15 días sin que la voz vuelva a la normalidad.
• Visita al médico otorrinolaringólogo para la realización de un examen laríngeo y correcto diagnóstico.
• Asesoramiento, evaluación y entrenamiento vocal logopédico especializado.
• Revisión otorrinolaringológica y alta.

 

“Un problema de la voz frecuente, de fácil resolución bajo una buena guía, que una vez detectado por tu logopeda debe ser solucionado antes de abordar cualquier tipo de entrenamiento vocal y, en este caso, antes del entrenamiento específico de feminización o masculinización de la voz y el habla en la voz transgénero. El objetivo siempre debe de ser mantener la salud y vitalidad vocal con el objetivo de prevenir problemas o dificultades relacionadas con la voz transgénero.”

 

Si eres un profesional de la voz, tu voz es tu herramienta de trabajo o deseas comenzar un entrenamiento vocal específico (mejora u optimización de la voz cantada, hablada o interpretada, feminización o masculinización de la voz y el habla para personas o voces transgénero o cisgénero, armonización de la voz, modificación del tono o frecuencia fundamental de la voz en voz profesional) y estás percibiendo algunas de las características nombradas, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo Femivoz® para una primera sesión gratuita de evaluación, información y asesoramiento vocal.