Vivimos en un mundo en el que la tecnología se impone cada vez más en detrimento de las antiguas técnicas de comunicación, de aprendizaje, de información…

Actualmente, en el mundo de la voz podemos contar con aplicaciones móviles que nos permiten medir nuestra voz y nuestra frecuencia fundamental. De manera simple e intuitiva. Además de obtener una respuesta gráfica en cuanto al esquema entonativo de nuestra producción vocal.

Es más, la mayoría de estas aplicaciones son gratuitas y fáciles de descargar en nuestro smartphone.

Pero, ¿para qué sirven realmente estas aplicaciones y cuál es la utilidad de estas en el entrenamiento de feminización y armonización de la voz?

 

Aplicaciones móviles y feminización de la voz

Las aplicaciones móviles más conocidas o utilizadas actualmente por las pacientes que desean medir o cuantificar su producción vocal son las siguientes:

VOICE PITCH ANALYZER

Esta aplicación te permite medir tu frecuencia fundamental, pero también obtener un esquema que representa tu extensión vocal. Y a su vez, clasifica tu voz según un rango frecuencial masculino, andrógino o femenino.

VOICE TOOLS

Esta aplicación te permite obtener en tiempo real un esquema que representa tu melodía. También te permite medir el volumen y obtener un informe sobre los parámetros relacionados con tu voz. Como la frecuencia fundamental u otras.

 

NO SIRVE DE NADA LA MEDIDA EXCESIVA DE LA FRECUENCIA FUNDAMENTAL

A lo largo de los últimos años, he observado un fenómeno cada vez más recurrente en mis pacientes. La constante dependencia hacia estas aplicaciones para medir sus voces. Personalmente, encuentro excesiva esta medida constante de la frecuencia fundamental u otros parámetros vocales. En efecto, en el marco de un entrenamiento vocal para acompañar o completar un ejercicio, estas aplicaciones pueden resultar muy útiles e incluso muy eficaces para modificar o mejorar el gesto vocal. Sin embargo, el fantasma de la frecuencia fundamental está siempre presente.

Es importante comprender qué es la frecuencia fundamental, lo que implica su medida excesiva y en qué medida es representativa o no de nuestra feminidad, de nuestra identidad, de nuestra personalidad, de nuestras emociones.

La frecuencia fundamental es la unidad de medida media del conjunto de frecuencias utilizadas por una persona cuando habla. Por lo tanto, esta frecuencia media es el resultado de un cálculo matemático que incluye la medida de una extensión que va desde la nota más grave hasta la más aguda. La misma que se utiliza cuando se habla o cuando se emite un simple sonido. Lamentablemente, esta frecuencia fundamental se ha convertido en un gran enemigo y en una gran fuente de frustración para las mujeres transgénero.

Demasiados otorrinolaringólogos desmotivan a las mujeres transgénero al anunciarles que su frecuencia fundamental se encuentra en el rango masculino y que por lo tanto deben feminizar sus voces.

Personalmente, me parece totalmente absurdo. En primer lugar, porque me parece muy reduccionista reducir la feminidad a un simple número o frecuencia, sin tener en cuenta la carga emocional de la persona, el contexto comunicativo, la intencionalidad del mensaje, la personalidad de la persona que habla etc. Por otra parte, reducir la feminidad a una simple cifra es tan absurdo como pasarse la vida midiendo esa cifra para saber si eres femenina o no.

La feminidad es algo innato en las personas que sienten esta feminidad. 

La feminidad es un concepto extremadamente difícil de describir, pero aparece como clara y certera en las personas que la sienten. Me parece innecesario tener que justificar esta feminidad y tener que cuantificarla constantemente o limitarla a ciertos rasgos característicos.

Cada persona que siente esta feminidad es diferente y expresará esta feminidad de una manera diferente. Sucede lo mismo con la voz. ¿Por qué una cifra debería decirte si eres femenina o no? ¿O qué la forma en la que expresas esta feminidad a través de sus palabras no es aceptable?

Volvemos a este concepto binario de una sociedad que nos encierra en conceptos arcaicos y en estereotipos pobres y absurdos. La feminidad vocal no sigue ninguna regla y no está sometida a ningún canon ni estereotipo. Así es como yo la concibo y así es como la trabajo en mis sesiones. A partir del momento en que te sientes libre para expresar esa feminidad tal y como la percibes y tal y como representa a la persona que eres, feminizar tu voz será una tarea simple, placentera y liberadora.

Por lo tanto, os animo a dejar de medir vuestra frecuencia fundamental sin parar y a dejar de auto-frustraros porque no estáis en la parte rosa de la aplicación o en el rango femenino. Concentraos más en vuestra percepción del mundo, en la riqueza de vuestra feminidad y en las vías que se os ofrecen para expresarla según vuestros propios valores, y no en función de modelos ridículos basados en una sociedad que no es como vosotras.

La feminidad es libre y vosotras sois libres de expresarla a vuestra manera.

Como ya he mencionado, utilizo estas aplicaciones en el entrenamiento de feminización y armonización de la voz para acompañar ejercicios específicos con el fin de ayudar a las pacientes a obtener resultados concluyentes en función de los objetivos fijados. 

Ahora bien, estoy totalmente en contra de la cuantificación de la feminidad a través de la frecuencia fundamental u otras medidas hertzianas. 

La feminidad es libre, y vosotras sois libres de expresarla a vuestra manera sin que nadie, médico u otro, venga a decidir por vosotras cómo debéis percibir el mundo o cómo debéis expresaros frente a él.