Hace ya varias décadas que la identidad está en el centro de todos los discursos, de todos los debates, de todos los cuestionamientos. En efecto, el cuestionamiento identitario ocupa cada vez más lugar en nuestras sociedades sobre todo entre las nuevas generaciones
Hace ya varias décadas que la identidad está en el centro de todos los discursos, de todos los debates, de todos los cuestionamientos. En efecto, el cuestionamiento identitario ocupa cada vez más lugar en nuestras sociedades sobre todo entre las nuevas generaciones: ¿quiénes somos, cómo queremos expresarnos al mundo, cómo deseamos que el mundo nos perciba? Así, la identidad está íntimamente ligada a la voz, a la expresión, a la comunicación de uno.a.x mismo.a.x. Es el vínculo que nos une a nuestro entorno.
Identidad y personalidad
La identidad está en plena evolución, incluso en plena revolución. La identidad existe desde siempre; nos define, nos representa, es nuestra esencia vital, y gracias a ella nos diferenciamos de los demás. Sucede lo mismo con la voz: nos permite ser únicos, ser reconocido.a.x.s, ser identificado.a.x.s. La voz no es solo el reflejo de nuestra identidad, también lo es de nuestra personalidad, estrechamente vinculada por supuesto a lo que somos, pero sobre todo cómo somos percibido.a.x.s por el mundo. Nuestra personalidad nos permite no solo expresar quiénes somos, sino hacerlo de manera única según esquemas emocionales e identitarios incopiables.
Feminización de la voz identitaria
Como especialista en feminización de la voz desde hace dos décadas, he podido ver la evolución de conceptos como la feminidad, la voz femenina, la identidad, el género o incluso el sexo. Hoy en día, la identidad de género pierde fuerza y da paso a una identidad mucho más libre por lo que feminizar una voz no es lo que era hace 20 años.
Hoy en día, cuando un.a.x aprendiz viene a mí con una demanda de feminización de la voz, la idea no es aferrarse a estereotipos vocales, binarios, tradicionales, sino llevar a la persona a un profundo cuestionamiento identitario vinculado no solo a su expresión como ser humano en la sociedad, sino sobre todo a encontrar una coherencia profunda entre quién es y cómo desea expresarse. La voz es como una puerta hacia el exterior, pero también es una ventana a través de la cual se nos ve.
¿Cómo feminizar una voz?
Para feminizar una voz hoy en día, el proceso es personalizado. No se trata de aplicar un único protocolo de ejercicios para todo el mundo, sino de definir un entrenamiento vocal específico para cada persona en función de su propio universo. Así, los ejercicios de feminización de la voz se construirán en función de cada aprendiz.
El método Astudillo se basa en el ejercicio de 5 pilares, a saber, melodía, articulación, volumen, ritmo y expresividad facial y vocal. En torno a estos 5 pilares vamos a construir ejercicios adaptados a cada demanda. Los objetivos también serán únicos para cada persona ya que hoy en día la feminización de la voz se abre a un terreno mucho más libre que antes, dando paso a seres no binarios, a expresiones de feminidad diversas, lejos de los estereotipos que han dominado nuestras sociedades durante siglos.
Para feminizar una voz hoy en día, el primer paso es comprender la demanda. Es importante conocer bien a nuestro.a.x aprendiz, comprender sus deseos, sus exigencias, sus expectativas. También es importante entender cuál es su visión de la feminidad, cómo él/ella/x la percibe, y sobre todo cómo él/ella/x desea expresarla. Combinamos esto con la voz emocional, es decir, la búsqueda del código emocional de nuestro.a.x aprendiz fusionado con su personalidad. El cóctel de ejercicios que surgirá de este cuestionamiento será, pues, personalizado y único.
La identidad en la base de la pirámide existencial
La feminización de la voz es un proceso que a menudo se ha identificado con el desarrollo de los agudos, o en la búsqueda de una estereotipación de los rasgos vocales y de las características expresivas vinculadas a la mujer como ser socialmente definido según características tradicionalmente conocidas como binarias. Hoy en día, este proceso, aunque todavía binario en su denominación, tiende cada vez más hacia una liberación identitaria llevada a cabo a través del entrenamiento de la voz, de la expresión de sí mismo y de la comunicación.
En efecto, la identidad toma la delantera frente a los géneros y al sexo y se sitúa en la base de la pirámide existencial, siendo por tanto el elemento más vital de nuestra construcción personal. Para ello, el entrenamiento de feminización de la voz se aleja de sus características puramente paramédicas para inclinarse más hacia un coaching vocal especializado en voz hablada y en expresión, acoplando el lado más emocional de la expresión humana con un toque de saber hacer con respecto al lado más anatómico y fisiológico de la voz.
Así, nos alejamos de la medicina (la logopedia/logopedia es una disciplina paramédica) para acercarnos al bienestar, nos alejamos de los pacientes, nos acercamos a los aprendices, nos alejamos de la logopedia para acercarnos a la Vocología Emocional®.
ARTÍCULO ESCRITO POR
MARIELA ASTUDILLO
Logopeda y vocóloga LGBTQIA+ especializada en voz identitaria y emocional (feminización de la voz)
Autora de la Logopedia / Vocología Emocional® LGBTQIA+ y del Método Astudillo