“En el método Astudillo, la melodía tiene gran importancia y se combina con otros parámetros como la fluidez, la articulación, el ritmo, la expresividad facial, la voz emocional…”
Desde siempre, las personas que desean feminizar su voz dan a los agudos demasiada importancia en detrimento de los graves. En efecto, la esencia misma de la feminidad se sitúa a nivel de la melodía, de la elasticidad, de la expresividad, de la dinámica cambiante, adaptativa, expresiva del discurso, de la manera de hablar, del habla y de la voz. Por eso, en este artículo hablaremos de la melodía y la feminización de la voz.
Cuando entrenamos una voz para feminizarla o armonizarla, entran en juego varios parámetros:
- El ritmo
- La articulación
- La melodía
- …
A menudo se habla de frecuencia fundamental y de clasificación herciana a través de la cual se clasifica una voz como femenina Se habla de notas, de agudos, de voz de cabeza… pero, ¿cuál es realmente la dinámica a seguir para conseguir una voz femenina y natural?
La melodía es la respuesta
Una voz no puede ser monótona y ser considerada femenina. La feminidad hablada va a depender en gran medida de estos vaivenes entre las notas graves y las notas agudas, de este recorrido frecuencial que nos va a llevar de una voz de pecho a una voz de cabeza, a esta extensión vocal que vamos a desarrollar para producir, acústicamente hablando, un efecto de dinamismo vocal llamado «melodía».
En el método Astudillo, la melodía tiene gran importancia y se combina con otros parámetros como la fluidez, la articulación, el ritmo, la expresividad facial, la voz emocional… Es importante trabajar y desarrollar la extensión vocal de la paciente pero sin perder los graves. De hecho, trabajamos esta extensión de voz con el objetivo de alargarla, elevando la nota más grave a una nota media grave, y desarrollamos la voz de cabeza para empujar la voz de pecho hacia arriba. Solo de esta manera obtendremos una voz elástica, dinámica, cambiante, femenina.
LA AUTOMATIZACIÓN
Una de las fases más importantes de mi método es de lejos la fase de la automatización. En efecto, no hay secreto, para automatizar una voz, hay que entrenarla, todos los días, en cada momento, ser consciente, reflexionar constantemente sobre ello, hasta que se produce el milagro, y nos damos cuenta que ya no tenemos más necesidad de pensar en ello y es en ese momento donde la voz se naturaliza, el nuevo gesto vocal es automatizado, anclado, y se vuelve totalmente espontáneo.
La melodía es extremadamente importante en el entrenamiento de feminización de armonización de la voz, razón por la cual la primera vía de trabajo es la vía muscular.
Es importante cambiar la dinámica de la laringe, a través de una gimnasia laríngea constante y diaria que, al final, va a cambiar la dinámica muscular y funcional de la laringe, desarrollando una sinergia muscular que permitirá enriquecer la extensión vocal.
¿Por qué ciertas personas no consiguen automatizar si tratan de feminizar sus voces por su cuenta?
Llevo trabajando en feminización de la voz casi 16 años. Es a lo que he dedicado toda mi vida, mis noches y mis días, es mi pasión, mi desafío diario. Pienso que la persona que desea feminizar su voz debe absolutamente recurrir a un profesional de la voz experimentado con el fin de producir el cambio.
En efecto, pienso que una persona que intenta por sí misma feminizar su voz no lo conseguirá del todo, o en todo caso no conseguirá automatizar el nuevo gesto. ¿Por qué? La automatización es una fase muy profunda del entrenamiento de la feminización de la voz. El método Astudillo propone un acompañamiento psicológico, emocional, en esta fase, que es indispensable para el éxito. Automatizar un nuevo gesto implica ser consciente de la nueva dinámica laríngea, vocal, comportamental, gestual, etc. El entrenamiento permite fijar objetivos, ver la luz al final del túnel, tener etapas, pasar por fases, que nos permitirán alcanzar un objetivo esencial, vital.
Somos seres humanos, nos gusta que nos apoyen, necesitamos que nos apoyen, necesitamos que nos guíen, y a veces, más que una necesidad, es una voluntad, es un placer, es la razón por la que creo que mi entrenamiento de voz funciona tan bien. Acompaño a todas mis pacientes en este proceso. El cambio debilita, asusta, a veces nos desmotivamos, a veces queremos dejarlo todo, pero cuando alguien está detrás de la pantalla para apoyarte, para animarte, para darte la mano, para no dejarte caer, es en ese momento donde se produce la magia del éxito.
A menudo me preguntan por qué no doy ejercicios en mi blog, en mi página web, en mis vídeos. Pienso que siempre explico claramente cuáles son los elementos a trabajar en el entrenamiento de feminización de armonización de la voz. Pero dar ejercicios sería, desde mi punto de vista, restringir esta magia, reducirla, o incluso anularla.
Se trabaja la melodía, la articulación, la expresividad facial, pero en el fondo, el método Astudillo es un método humano que, además de basarse en factores o elementos anatómicos, musculares, logopédicos, es un método que se siente, que se percibe, que se comparte… Lo esencial no es el ejercicio, lo esencial somos nosotros: tú y yo.
En conclusión, la melodía es un elemento esencial en el trabajo de feminización y armonización de la voz. Este trabajo debe ser integrado en una dinámica donde otros parámetros vocales serán trabajados, entrenados. Es importante trabajar los agudos pero también los graves.
Es importante comprender la gimnasia laríngea femenina, el peso de los agudos, el peso de los graves en esta ecuación, pero sobre todo es importante adaptar el trabajo de la voz a la persona, a su vida cotidiana, a su personalidad, su identidad, a sus deseos, a su ideal.
ARTÍCULO ESCRITO POR
MARIELA ASTUDILLO
Logopeda y vocóloga LGBTQIA+ especializada en voz identitaria y emocional (feminización de la voz)
Autora de la Logopedia / Vocología Emocional® LGBTQIA+ y del Método Astudillo