EMOTUS | Revista Digital

Mi voz, guardiana de mis emociones

“Mal puede tener la voz tranquila quien tiene el corazón temblando”

Félix Lope de Vega y Carpio (1562–1635)

 

Posiblemente sea una de las conexiones más sorprendentes que tiene la voz humana, una cualidad que nos permite regularnos en ciertos momentos a los que la vida nos enfrenta, sean dulces o amargos.

Hablamos de una de las uniones menos estudiadas si son comparadas con otros estudios sobre la voz humana, sus características, patologías concretas o la propia rehabilitación. También es una característica en la que nos hemos detenido a meditar pocos instantes, sin saber el poder tan inmenso que contempla su esencia.

Emoción y voz, pilares que la logopedia tratará de controlar y armonizar beneficiando la demanda, bien sea para feminizar una voz, rehabilitarla o acompañarla en una actividad vocal de considerable intensidad.

Todos tenemos claro que ciertas características de nuestra voz cambian según nuestro estado de ánimo. Así como la experiencia humana y multitud de estudios aprueban la facilidad que tiene el oido humano para enlazar un tipo de emoción a una producción vocal sin necesidad de visualizar los rasgos faciales. Aspectos del estado físico y emocional, así como la edad, identidad, inteligencia, apariencia y personalidad son otras pistas que nos desvela la voz. 

También somos capaces de descifrar y clasificar los infinitos timbres de voz en voces calmadas, tiernas, inquietas, autoritarias, monótonas, entre otros muchas.

Pues bien, esto solo se convierte en el comienzo de una travesía de auto-exploración vocal que nos mostrará, junto con la experiencia vital propia de cada individuo, la mágica particularidad de la voz en cuanto al control y exposición de las emociones. Así como la capacidad de regularlas en nuestro beneficio. 

La idea es controlar todas estas variables durante las sesiones logopédicas y usarlas como herramientas de trabajo. Para que los resultados, como ocurre en el método Astudillo, alcancen el éxito.

 

El poder de la mente

¿Qué es la disfonía conversiva o de origen psicógeno?

Todos nos hemos quedado disfónicos alguna vez o hemos visto nuestra voz perjudicada después de una intensidad vocal elevada. Sin embargo, nos cuesta más entender la idea de que nuestro cerebro pueda llegar a protegerse de nuestro entorno. Perjudicando nuestra voz de forma totalmente involuntaria 

¿Sorprendente verdad? 

Lo es aún más el saber que detrás de este tipo de problema vocal no existen anomalías orgánicas en la laringe, ni problemas a nivel neurológico. Pues se trata de una estructura sana que comienza a manifestar signos sonoros patológicos de forma abrupta.

Es literalmente una simulación sonora inconsciente. Un distractor individualizado que oiremos a través de una voz áspera, ronca y apretada o una voz metálica y soplada. Siendo más frecuente en la clínica el primer caso. 

Toca ahora desvelar la verdadera esencia de este desajuste emocional y funcional tan ensamblado a la calidad vocal.

Nuestro cerebro es nuestra arma más poderosa, es capaz de hacernos ganar cualquier batalla. También de concluirla en cuestión de segundos o contribuir a simular o regular cualquier desajuste en nuestra psique. En estos últimos conceptos es donde la voz y la emoción adquieren un papel principal que desembocará en este tipo de desequilibrio vocal. 

Pues el cerebro realiza una maniobra maestra para protegernos de tan agresiva intensidad emocional inesperada.

Ante situaciones de estrés intensas, noticias traumáticas, depresiones inminentes, ansiedad continua, entre otros muchos sucesos relacionados, nuestro cerebro localizará y dedicará gran parte de esta actividad estresante a simular. De forma totalmente inconsciente, una disfonía con las características sonoras ya nombradas, focalizando la atención en el problema vocal, evitando el colapso y protegiéndonos así del problema principal, psicológico y/o emocional.

Multitud de casos relacionados con la transidentidad presentan estas características cuando se enfrentan al entrenamiento y búsqueda de sus voces. Precisando ser solventadas antes de comenzar el tratamiento feminización de la voz

Un/a logopeda bien formado/a es capaz de solventar este problema en una sola sesión. Gracias a la realización ciertas maniobras logopédicas y teniendo las herramientas psicológicas y la sensibilidad adecuadas para informar. Jamás pisando la linea del intrusismo.

La clave está, a groso modo, en hacer consciente al paciente de la problemática y en reencontrarlo con su voz. Darle a entender de manera consciente el verdadero origen emocional.

Según la experiencia del ilustrísimo Dr. Marco Guzmán, el problema de voz no suele revertir. Influyendo levemente en él la asistencia o ausencia a posteriori a terapia psicológica, o la persistencia a largo plazo del problema raíz. 

En mi opinión, una vez que el paciente hace consciente una voz inconsciente y ubica el origen de la problemática, no hay vocalmente una marcha atrás a nivel cualitativo. Si pudiendo reaparecer desajustes a nivel funcional. Música, emoción y voz. ¿Existe retroalimentación entre ellas? 

Podemos afirmar que, como la mayoría de otras habilidades, la percepción del sonido, así como algunos patrones rítmicos y melódicos básicos, son adquiridos por el feto cuando aún se encuentra en el útero materno. Los latidos del corazón en constantes secuencias rítmicas, los sonidos del habla desde el exterior o la exposición a la música clásica, son los más analizados y conocidos.

Los patrones melódicos son esenciales a la hora de feminizar una voz.

Ya que una voz femenina alberga un sistema de melodías único en su identidad. Aspecto que dista considerablemente de la idea de que un tono de voz alto, es decir agudo, hará una voz femenina. 

A recordar, la evidencia rechaza cualquier tipo de cirugía en unas cuerdas vocales sanas en las que no existe anomalía orgánica alguna. Pudiéndose alcanzar el objetivo, un aumento tonal y los caracteres de una voz femenina, con intervención logopédica y entrenamiento vocal exhaustivo. 

Mantras, oraciones y distintos tipos de canto contemplan también está relación emoción-voz. Pues alivian y regulan positivamente, mediante la voz cantada o en salmodia, sensaciones de agitación emocional y mental. La capacidad de transmitir variedad de sensaciones, estados de ánimo e información específica, son añadidos a esta beneficiosa práctica de cantar para el desahogo, la liberación y la expresión vocal.

En sentido opuesto ¿Puede una patología vocal o estar a disgusto con mi voz llegar a afectar mi estado de ánimo?

Como dice el refrán, no valoramos hasta que perdemos. Plantéense un día de sus vidas sin voz, distorsión o ausencia total de sonido procedente de la laringe. ¿Inquietante, verdad?. Empezamos perdiendo la voz cada vez más frecuentemente, sentimos fatiga vocal, a veces la ronquera dura más días de lo esperado. 

Hay agudos a los que antes llegaba y ahora no. Mi voz no es la deseada o la que era. Tras el proceso de recuperación de la cirugía de aumento tonal mi voz queda metálica y quebrada. Soy incapaz de hablar con intensidad alta. No puedo realizar actividades que antes sí hacía. Mi voz está perjudicando mi vida laboral, personal y social. Todas estas afirmaciones no son más que una progresión de síntomas y sensaciones que acabarán haciéndonos incapaces de realizar las actividades de nuestra vida diaria. Más aún cuando hablamos de voces profesionales, cuyo salario depende de una buena calidad vocal y salud laríngea.

Denle a su voz la importancia, atención y cuidados que merecen, póngase en manos experimentadas y con resultados, pues a resumidas cuentas jugamos a beneficiar o perjudicar nuestra salud emocional y bienestar, una apuesta alta.

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