Cuando empecé a trabajar en el sector de la feminización de la voz, hace 18 años, la feminización de la voz era una disciplina casi invisible, imposible de encontrar, ausente. Cuando decidí redactar mi tesis al respecto, no lo hice porque me habían hablado de ello en mis clases de logopedia, sino porque me pregunté si, gracias a mis conocimientos de voz adquiridos durante mis estudios, podría cambiar una voz a nivel identitario.

Hoy en día, varias soluciones se proponen para feminizar la voz, pero los ejercicios vocales y musculares parecen ser los más adecuados, los más seguros y los que garantizan mejores resultados. Por supuesto, la cirugía también ofrece soluciones relacionadas con la adquisición de notas más agudas, pero, como bien sabemos, las notas agudas no son representativas de la feminidad de manera exclusiva.

¿Por qué elegir la logopedia, la fonoaudiología, la vocología o el coaching vocal?

Si bien la cirugía puede parecer una solución más instantánea, más rápida, este no es el caso en absoluto. La cirugía implica indispensablemente sesiones de logopedia y fonoaudiología durante el postoperatorio. Este post-operatorio puede ser más o menos largo dependiendo de las personas, y los resultados adquiridos con la cirugía nunca son predecibles y mucho menos garantizados.

Para ello, la logopedia, la fonoaudiología, la vocología o el coaching vocal se presentan como la solución más eficaz, más sana y más viable para lograr resultados que permitan obtener una voz más femenina acústicamente.

¿En qué consisten los ejercicios para feminizar la voz?

Para entender en qué consiste el entrenamiento de feminización de la voz, es importante responder a una pregunta: ¿qué es una voz femenina?

La feminidad se ha reducido a menudo a simples notas agudas, a pesar de que su naturaleza es mucho más rica y diversa. Así, el concepto de feminidad y voz femenina ha evolucionado a lo largo de las últimas décadas para presentarse hoy como un concepto multifacético asociado, por supuesto, a la evolución de las identidades.

El concepto de género, identidad y sexo está hoy en el centro de todos los cuestionamientos relacionados con la expresión de sí, permitiendo así cuestionar los pilares y las certezas que teníamos hasta hoy. Por lo tanto, cuando queremos entrenar la feminización de la voz, no existe una receta o protocolo universal que nos permita responder a todas las demandas de manera unánime. Para ello, los ejercicios y el entrenamiento de feminización de la voz deben adaptarse imperativamente no solo a la demanda, sino sobre todo a la persona que se encuentra detrás de esta demanda; es decir, es más importante, por ejemplo, adaptarlo a la personalidad del/de la/ de lx aprendiz que a su transidentidad.

Por lo tanto, no se trata de repetir ejercicios genéricos relacionados con la voz, la gestión del soplo, la respiración, el uso del diafragma, la postura, etc., sino comprender cuál es la visión de nuestro.a.x aprendiz en cuanto a la feminidad y su manera y voluntad de expresarla al mundo.

De esta manera, los ejercicios de feminización de la voz se vuelven únicos y personalizados en función de cada demanda. Por supuesto, una serie de 5 parámetros será común a todos los ejercicios: melodía, articulación, ritmo, volumen y expresividad. En torno a estos 5 pilares gira el método Astudillo, permitiendo así alcanzar objetivos personalizados y concretos y proporcionar estabilidad en cuanto a los resultados obtenidos.

Resultados al feminizar la voz

Los resultados dependerán de varios factores:

• la disciplina del/de la/de lx aprendiz en la realización de los ejercicios diarios,
• la voluntad de cambio del/de la/de lx aprendiz (aunque pueda parecer evidente, no siempre lo es, ya que en el momento del cambio pueden aparecer diferentes factores que pueden obstaculizar esta voluntad de cambio),
• el choque emocional relacionado con la modificación vocal,
• el impacto de la modificación vocal en la vida privada y profesional del/de la/de lx aprendiz,
• la edad del/de la/de lx aprendiz y el impacto del envejecimiento del aparato fonador en la voz,
• el hábito vocal y el proceso de aprendizaje del/de la/de lx aprendiz,
• entre otros.

Logopedia y fonoaudiología vs vocología y coaching vocal

Es importante entender la diferencia entre estas cuatro disciplinas.

• Por un lado, la logopedia y la fonoaudiología tienen una visión mucho más patológica que la vocología y el coaching vocal. Así, la logopedia y la fonoaudiología se dedican a la rehabilitación de patologías vocales, lesiones y trastornos vocales, y a la restitución de una situación anterior, es decir, a la “normalidad”.
• Por otra parte, la vocología y el coaching vocal se centran en la voz sana, libre de patología, lesión o trastornos, con el objetivo principal de enriquecer y desarrollar el potencial vocal y expresivo de las voces funcional y orgánicamente sanas.

La feminización de la voz no está relacionada con ningún aspecto patológico, lesión o trastorno, por lo tanto, parecería lógico considerar la vocología y el coaching vocal como las soluciones más adecuadas para responder a una petición de modificación de la voz a nivel identitario. A día de hoy, las opiniones siguen oponiéndose en este terreno. 

Conclusión

Creo que las disciplinas de logopedia y fonoaudiología seguirán evolucionando bien en las próximas décadas, al igual que la vocología y el coaching vocal seguirán desarrollándose en el terreno de la modificación de la voz a nivel identitario, ya sea en relación con la feminización de la voz, su armonización o la masculinización.

En cuanto a la elección de una solución para feminizar la voz, mi consejo es optar por vocología y coaching vocal como primera opción. Pero sobre todo, la idea es elegir bien el/la/lx profesional a quien acudimos, que sea competente en el terreno de la feminización de la voz, la cual es todavía muy joven, y en el que, por desgracia, todavía hay mucho.a.x.s profesionales poco o no cualificado.a.x.s.