Se habla cada vez más de feminización de la voz sobre todo en los medios vinculados a la voz transidentitaria, pero también en cualquier otro sector vinculado de lejos o de cerca a la expresión y a la comunicación. Así, no trabajamos exclusivamente con personas que desean “feminizar” su voz, es decir, que desean aportar características más femeninas a su discurso, sino también con personas que desean desarrollar todo su potencial vocal y expresivo en femenino, en masculino, y también de manera no binaria.

Esto explica que la feminización de la voz no es exclusiva de las personas transidentitarias, ya que lo es de toda persona que, independientemente de su identidad, desea restablecer los vínculos entre su identidad y su personalidad. Desafortunadamente, hoy en día, la personalidad no ocupa aún suficiente espacio en los entrenamientos de modificación de la voz identitaria que los profesionales como los logopedas o fonoaudiólogo.a.x.s proponen a las personas que recurren a ellos/ellas/x. Como ya hemos visto en varios artículos, la personalidad es el elemento esencial para desarrollar el potencial vocal de una persona, cualquiera que sea su identidad o el eje hacia el que desea dirigirse, es decir, la feminidad o la masculinidad vocal.

¿Qué es la feminización de la voz?

• La feminización de la voz no es un tratamiento.
• La feminización de la voz no sana la voz.
• La feminización de la voz no consiste en imitar un modelo femenino.
• La feminización de la voz no concierne exclusivamente a la voz.

Entender qué es feminizar una voz es la base para satisfacer con éxito la demanda del/de la/ de lx aprendiz. Por lo tanto, cada solicitud es diferente y se orientará de una manera distinta en función del eje central del entrenamiento vocal, es decir, de la propia persona. No todos, ni todas, ni todxs, tenemos la misma personalidad, ni la misma visión del mundo; no deseamos ser percibido.a.x.s de la misma manera por nuestro entorno, no comunicamos de la misma manera nuestras emociones… por eso, cada entrenamiento es único y personal.

Para feminizar una voz, primero hay que conocer a la persona que está enfrente nuestra, entender su mundo, entender cómo percibe lo que le rodea, cómo experimenta las emociones, cómo desea expresarse, qué significa para ella la feminidad, cómo la vive y cómo quiere expresarla. Esto puede parecer lógico, pero no siempre lo es. Ante todo, es importante vincular esta comprensión de quién es nuestro.a.x aprendiz y cómo vamos a satisfacer sus necesidades y expectativas. Feminizar una voz es un proceso complejo porque el ser humano es un ser complejo, no hay que confundir la palabra compleja con complicada. Feminizar una voz es responder a una demanda teniendo en cuenta todos los elementos imbricados en la ecuación vital del aprendiz: su identidad, su emocionalidad, su personalidad.

¿Cómo feminizar una voz masculina?

Para feminizar una voz masculina, primero hay que comprender lo que es la feminidad y la masculinidad. Evidentemente, se trata de términos y conceptos evolutivos que son cada vez más abiertos y responden a descripciones cada vez más diversas. Esto se debe a que los conceptos de feminidad y masculinidad son cada vez menos cerrados y más humanos. Así, para feminizar una voz masculina, hace algunas décadas, bastaba con apelar a la descripción misma de la feminidad y de la masculinidad como conceptos estereotipados y binarios, respondiendo a una exigencia socialmente definida de manera estricta. Hoy en día, ya no es el caso; feminizar una voz masculina consistirá en, como hemos mencionado anteriormente, comprender quién es la persona, comprender su concepto de feminidad, su visión de la masculinidad, cómo siente esta masculinidad y cómo desea expresar la feminidad que está en ella.

El primer paso es simple, entender, el segundo paso, explorar, el tercer paso, personalizar, y el último paso será automatizar el nuevo gesto vocal y expresivo. En este proceso de feminización de una voz masculina, es importante no rechazar lo que es masculino como si fuera algo malo, es importante comprender que la voz no tiene nada de defectuoso, al contrario, es importante destacar un punto muy positivo: se trata de una voz sana, en plena forma, con un potencial enorme, y es precisamente sobre esa base que vamos a feminizarla.

Mucho.a.x.s aprendices llegan a la sesión teniendo una imagen de la voz femenina que no corresponde en absoluto a su personalidad. Se trata de una imagen de la feminidad tal como debería ser, pero que no está realmente de acuerdo con su personalidad o con su forma de ser. Esto puede crear conflictos durante el entrenamiento, ya que es realmente importante deconstruir esta imagen para poder avanzar hacia una voz y un gesto vocal femenino que emanará directamente del/de la/de lx propio.a.x aprendiz.

Deconstruir la imagen de la voz femenina

Como hemos visto, feminizar una voz no es imitar un modelo vocal o expresivo perteneciente a una persona femenina cualquiera, sino buscar en sí mismo.a.x nuestra propia fuente de feminidad. Por ello, en el método Astudillo comenzamos con la fase de exageración y exploración, que nos permitirá sacar al/a la /a lx aprendiz de su zona de confort y alejarlo.a.x de esta imagen construida en base de otros modelos femeninos.

Por lo tanto, es importante deconstruir esta imagen de la voz femenina para dejar lugar a la propia feminidad del/de la/de lx aprendiz resultante de la fusión entre su identidad y su personalidad. Para feminizar una voz, será necesario, ante todo, dejar espacio al descubrimiento, a la exploración, de modo que ya no se imite un modelo, sino que se cree su propio modelo, su propia voz, su propia expresión, como canal último de conexión directa entre uno mismo y el mundo. .

ARTÍCULO ESCRITO POR

MARIELA ASTUDILLO

Logopeda y vocóloga especializada en voz identitaria y emocional (feminización de la voz)

Autora de la Logopedia / Vocología Emocional y del Método Astudillo

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