Una persona que hable siempre en agudos no tendrá una voz femenina ni natural.
Cuando pensamos en feminización de la voz, lo primero que se nos viene a la mente son los AGUDOS. Agudizar una voz, hablar en agudo, buscar los agudos, exaltar los agudos… y muchas de esas veces en detrimento de las notas graves. Está claro que si preguntamos a cualquier persona en la calle qué es lo que diferencia la voz de un hombre de la voz de una mujer, la mayoría de las respuestas será la misma. Nos dirán que la voz de la mujer es aguda y la voz del hombre es grave. Esta caracterización reductora se debe a que, efectivamente, el rango frecuencia el femenino se sitúa por encima del rango frecuencial al masculino.
Sin embargo, existe una zona de común frecuencia. Ycuando nos ponemos a analizar de forma detenida el discurso de un hombre y el discurso de la mujer, nos damos cuenta que es lo que realmente diferencia un discurso de otro no es simplemente la agudeza de la voz. Sino más bien la MELODÍA. Es decir, la capacidad que tenemos de recorrer una cierta cantidad de frecuencias al hablar.
Existe también lo que llamamos la EXTENSIÓN VOCAL. Es decir, las notas que se sitúan entre la nota más grave y la nota más aguda que una persona es capaz de producir. En el caso de la mujer, o del discurso femenino, observamos que la mujer abarca notas agudas pero también graves. Mientras que el discurso masculino se centra principalmente en notas graves (cuidado, cada persona es distinta y esto puede diferir de una persona a otra).
Pero creo que ante todo lo más importante es definir a qué se le considera agudo, y a qué se le considera grave. La mayoría de las veces clasificamos los sonidos graves y agudos en función de la diferenciación entre el rango femenino y el masculino.
En los gráficos aquí debajo, que provienen de la aplicación Voice Pitch Analyzer, podréis ver en espontáneo el discurso de la mujer y el discurso de un hombre. La aplicación nos define un rango vocal femenino situado entre 165hz y 255hz y el rango vocal masculino entre 85Hz y 180Hz. Pero en nuestro día día, qué significa realmente esto ? qué implica, cómo nos afecta esta clasificación ? Está claro que no nos paseamos todo el tiempo con esta aplicación encendida para analizar nuestra forma de hablar. Tampoco nuestro entorno lo hace y su cerebro no es capaz de cuantificar dichas frecuencias con sólo oírlas (nadie te puede decir, mmm, acabas de hacer un sonido de 135hz !). Simplemente oímos personas hablar alrededor nuestra y nuestro cerebro nos da la información de si, según nuestros criterios, se trata de una voz femenina o de una voz masculina.
En el presente artículo lo que pretendo demostrar, es que efectivamente se está sobrevalorando la agudización de la voz en temas de feminización. Con mis 15 años de experiencia, y tras horas de estudio, de análisis, de búsqueda de una voz femenina y natural, os puedo asegurar que una persona que hable constantemente en agudos sin utilizar notas graves en su discurso, será percibida más como una persona teniendo una voz infantil que teniendo una voz femenina. Me gustaría resaltar la importancia de la melodía más que la agudización de la voz a la hora de feminizar.
Es importante también remitirse al concepto de voz, tal y como ya lo mencioné en un artículo anterior. Y analizar también el discurso femenino de una manera objetiva. En efecto, cuando feminizamos, lo que realmente hacemos es exaltar los elementos vocales y prósodicos de la manera más femenina posible. Para ello, trabajamos el ritmo, la fluidez, la articulación, la resonancia, la expresividad facial, y por supuesto la melodía.
En el método Astudillo, trabajamos la extensión vocal de manera prioritaria. Pero no sólo hacia arriba, es decir, no sólo hacia los agudos, sino que también trabajamos y enriquecemos la calidad de los sonidos graves.
El secreto de una voz femenina y natural reside en la elasticidad del movimiento laríngeo que permite a la paciente hablar con una voz más melodiosa y melódica yendo hacia los agudos y volviendo hacia los graves y viceversa.
He aquí la razón del título de este artículo, “hablar en agudo no es femenino”. La verdadera riqueza del habla femenina se encuentra en la fluctuación o en la variación frecuencial que utilizamos durante el discurso. En palabras más simples, para hablar de manera femenina lo importante es utilizar tanto los agudos como los graves de manera equilibrada proponiendo un esquema melódico variado.
Esta también es una de las razones por las cuales no estamos a favor de la cirugía de feminización de la voz. Ya que en realidad esta cirugía no feminiza una voz sino que simplemente la agudiza. Pero lo que realmente plantea un problema es que la cirugía impide a las pacientes volver a tener notas graves. Por lo que restringe la posibilidad de melodía en el discurso de la paciente.
En otro artículo ya mencioné todos los puntos negativos de la cirugía, pero este es uno de los puntos más negativos según mi punto de vista. Si una paciente es incapaz de producir melodía en su voz, presentará una voz fingida, artificial, infantil, una voz de princesa o de dibujo animado, lejos de toda naturalidad.
Sin hablar por supuesto del exceso de aire en la voz que se observa en la mayoría de los casos de mujeres transgénero que se operan de las cuerdas vocales en busca de un tono más agudo.
Sé que se habla mucho de la logopedia y de la cirugía en materia de feminización de la voz, que desde fuera se nota que hay una riña entre las dos opciones, que algunas pacientes se decantan más por la cirugía y otras más por la logopedia, pero seamos sinceras y sinceros, intentemos ser objetivos y objetivas, pero ante todo, y por lo que a mí me toca, voy a intentar ser lo más profesional posible y ayudaros a razonar sobre la verdadera esencia de una voz femenina.
Dejad de pensar que porque vayáis hablar en agudo vais a tener una voz más femenina; hablar en agudo no es femenino. La feminidad no reside en una mera voz aguda. Un ejemplo concreto de ello, es pensar en un hombre que lee un texto todo en agudo, os parecería eso femenino ?
Si feminizar una voz residiera únicamente en agudizarla entonces por supuesto la cirugía sería la mejor opción. Pero no es el caso. Y creedme, si hubiera una cirugía milagro para feminizar vuestras voces yo sería la primera en animaros a hacerla.
Sin embargo, y por mi experiencia con todas las pacientes que han trabajado conmigo en los últimos años, os puedo asegurar que si entrenáis vuestras voces y exaltando todos esos parámetros vocales y prosódicos de manera correcta, lograréis es una voz femenina y natural para siempre sin vuelta atrás (a menos que lo queráis) y de forma sana sin correr riesgos inecesarios. Por ello, la logopedia es actualmente la solución más aconsejada para feminiza una voz.
ARTÍCULO ESCRITO POR
MARIELA ASTUDILLO
Logopeda y vocóloga LGBTQIA+ especializada en voz identitaria y emocional (feminización de la voz)
Autora de la Logopedia / Vocología Emocional® LGBTQIA+ y del Método Astudillo