En búsqueda de la armonía vocal
Cuando empecé a trabajar con mujeres transgénero hace 15 años, me centré exclusivamente en la feminización de la voz.
En aquella época, feminizar sus voces era para mí un reto, una necesidad vital, sentía que no podía defraudarlas. Siendo perfeccionista por naturaleza, me esmeré mucho en crear una metodología que funcionara para todas las pacientes, teniendo en cuenta todos los factores que pudieran influir o influenciar los resultados a todos los niveles.
Así, hoy, el método Astudillo se adapta a pacientes de todas las edades, de todas las etnias y de prácticamente todos los idiomas (y digo lo de “prácticamente” porque no los hablo todos).
Revisión de los conceptos
A lo largo de los años, los conceptos de género, de sexo, de identidad, han ido evolucionando tendiendo a una liberación ya no sólo social, sino que su evolución conceptual ha llegado a alcanzar una envergadura próxima a la rebelión, a la revolución, a lo que yo llamo “la liberación del ser humano”.
Cuando, hace algunos años, empezaron a criticarme en las redes sociales porque ciertas personas pensaban que yo fomentaba el binarismo, la verdad es que me ofusqué bastante. ¿Cómo podía ser que hubiera en el mundo alguien que pensara que yo pudiera en algún momento ser ese tipo de persona, a saber, una persona que encarcela a la gente en categorías, en dogmas o en conceptos obsoletos ?
Esto no pegaba para nada con mi manera de ver el mundo, de sentirlo, de vivirlo. Por lo que decidí abrir aún más mis visiones, mis percepciones y sobre todo a revisar los términos que empleaba en mi práctica.
Así nació el término de armonización de la voz.
Llevo practicando la armonización de la voz desde hace más de 15 años.
Empecé a darme cuenta de que la manera que tenemos de expresar las cosas, los términos que empleamos, los conceptos y lo que se esconde detrás, tienen una importancia vital y deben ser revisados. Todos somos diferentes (¡y menos mal, qué aburrimiento sino !) y esas diferencias nos hace únicos, y por ello es tan importante, (sobre todo en mi profesión, que es una profesión de salud) verificar y revisitar todos aquellos conceptos que a veces nos aparecen como claros y evidentes, y que nunca hemos cuestionado.
Armonizar una voz es buscar un bienestar vocal en coherencia con la identidad y la personalidad de la persona.
La armonización de la voz no está sujeta a ningún concepto ligado a la identidad, al género o al sexo. Mi objetivo principal es aportar armonía, felicidad, bienestar, realización… y todo ello a través del entrenamiento de la voz, de la manera de expresarse, de las expresiones faciales, de la actitud corporal… en definitiva, de toda esa máquina de comunicación que nos representa.
Fuera etiquetas
Hacia una sociedad libre de géneros y prisiones.
Pienso firmemente que estamos caminando hacia una sociedad en la que las etiquetas se acabarán por caer.
De hecho, estoy cada vez más en contra del género por considerarlo una construcción exclusivamente social.
Creo y defiendo la identidad del ser humano, pienso que la feminidad y la masculinidad son elementos existentes desde el principio de la historia del ser humano, desde tiempos remotos en los que el ser humano aún no utilizaba las palabras.
Creo que hay elementos que forman parte de nosotros desde nuestro nacimiento y que por supuesto se ven influenciados por nuestras interacciones sociales.
Pero también pienso que hay construcciones sociales que son totalmente innecesarias y que lo único que hacen es encarcelar al ser humano en prisiones conceptuales que acaban por arrebatarnos este maravilloso soplo de ingenio que nos caracteriza tanto.
Así, la armonización de la voz es sinónimo de mi práctica.
Practico la logopedia emocional a través de la armonización de la voz con personas de todas las edades independientemente de su género, de su etnia, de su historia, del color de sus ojos, de su identidad.
Amo el ser humano, amo a las personas, amo la voz y amo mi profesión.
Y lo que hago cada día es aportar bienestar vocal a aquellas personas que lo necesitan y que confían en mí para ayudarlas.
En definitiva, la armonización de la voz está dirigida a personas cisgénero, a personas transgénero, a personas agénero, a personas bigénero, a personas de género fluido… a cualquier ser humano que tenga una necesidad vocal y que desee armonizar su forma de comunicar con el mundo exterior.
ARTÍCULO ESCRITO POR
MARIELA ASTUDILLO
Logopeda y vocóloga LGBTQIA+ especializada en voz identitaria y emocional (feminización de la voz)
Autora de la Logopedia / Vocología Emocional® LGBTQIA+ y del Método Astudillo